Lee y sonríe: Creaciones por y para niños de infantil

En esta entrada, tras haber trabajado en clase distintas técnicas y estrategias para la creación de textos de diferentes tipos, he creado tres breves creaciones con cada uno de los géneros literarios: una en prosa, en verso y una dramática.

En clase hemos visto la importancia de la literatura para los niños y distintas técnicas para que ellos mismos se inventen sus propias historias y poemas y hacer libros entre toda la clase.

Edad de los receptores, la estrategia utilizada y argumentación necesaria.

Verso

Para la creación en verso he escogido el recurso poético de los versos encadenados, que consiste en comenzar un verso con la misma palabra que termina el verso anterior.

Decidí hacerlo con la primavera, el verano y las flores, ya que es en la época en la que estamos. Estos versos no tienen otra función que entretener y divertir a los niños, como la literatura en general.

Pienso que este poema es apropiado para cualquier edad, pero si tuviera que elegir alguna edad exacta, escogería 3-4 años. Ya que es una edad en la que lo más probable es que ya hayan ido a la playa alguna vez y hayan podido jugar con la arena y las conchas, por lo que lo conocerán bien.

Las flores de colores

Las flores pueden ser de muchos colores.

Los colores dependen de la estación del año.

La estación del año con más colores es la primavera.

La primavera empieza en Marzo.

En Marzo comienza a hacer más calor.

El calor mola porque vamos a la playa.

En la playa nos lo pasamos muy bien con la arena.

En la arena también hay muchas conchas.

Las conchas acompañan a los corales.

Los corales son tan bonitos como las flores.

Prosa

Para realizar la narración, decidí intentar hacerlo con la niña que cuido todas las tardes de Lunes a Viernes. Es una niña de 3-4 años un poco despistada, por lo que me costó un poco realizarlo. La propuse hacer la estrategia del binomio fantástico, es decir, elegir dos objetos que no tuvieran nada que ver, hacerles los personajes principales y de ahí imaginarnos una historia. Con la creación que hicimos entre las dos, los niños pueden identificarse fácilmente.

Ella quería que la historia tratase de un fantasma y yo elegí un coche y esos iban a ser nuestros dos personajes porque las dos estábamos de acuerdo. Antes de ponernos a hacer esta actividad, estuvimos jugando con la Patrulla Canina (Paw Patrol) por lo que lo tuvo muy presente durante toda la actividad y los nombres de algunos de los personajes están basados en esta serie.

Hizo la historia entera ella sola, yo solamente la daba ideas si no se le ocurría nada y ella elegía. Pero cuando terminamos la historia, el coche no tenía la importancia que debía tener en esta estrategia y como la niña ya no tenía ganas de seguir haciendo esto, decidí terminar de adaptar yo la historia para que fuera adecuada al binomio fantástico dándole un poco más de importancia al coche.

El fantasma y el coche

Había una vez un fantasma que se llamaba Mario. Era blanco y muy, pero que muy grande y muy malo porque se comía a la gente y muy feo, así que a la gente no le gustaba porque se asustaban mucho. Siempre que le veían salían corriendo para que no les asustara.

Solamente tenía un amigo, Coche, que era un coche. Siempre jugaban juntos a asustar al resto del pueblo, así se divertían. A veces también jugaban con una niña que era muy valiente y por eso no se asustaba, se llamaba María.

Cuando María con jugaba con ellos, jugaba con su mejor amigo Chase y hacían muchas cosas divertidas. Pero a Chase, Mario y Coche no le gustaban porque él si se asustaba, y no le parecía bien que se comieran a la gente, así que no quería jugar con ellos. Pero Chase estaba empezando a estar cansado de que siempre asustaran al pueblo y a veces se comieran a sus habitantes.

Un día, cuando todo el pueblo estaba tranquilamente por el pueblo jugando y comprando aparecieron Mario y Coche. Todos se escondieron detrás de María, porque sabían que eran amigos y que a ella no le iban a hacer nada. María habló con ellos y les dijo que por qué no jugaban con todos en vez de asustarles, que los habitantes del pueblo no les hacían nada malo. Pero los dos se rieron y siguieron asustando a la gente.

Chase, cansado de que Mario y Coche fueran tan malos con ellos, fue a buscar una pistola para matar a Mario, ya que Coche era mucho más grande que él. Pero no la encontró y cogió muchísimas piedras y se las guardó en el bolsillo.

Cuando se encontró con Mario, le metió todas las piedras en la tripita y este se puso muy malito. Y las que le sobraron, se las tiró a Coche y le hizo muchos arañazos. Coche solo tenía rasguños, pero Mario estaba muy malo. Así que Coche le cogió, le metió dentro de él y lo llevó al hospital.

María decidió acompañarles para ayudarles porque Coche no sabía hablar como las personas. Cuando se encontraron con el doctor, y le contó lo que le había pasado a Mario, el doctor se asustó y se fue. Pero entonces llegó la doctora Juguetes, que era muy valiente, y decidió curar a Mario.

Cuando Mario se despertó, Coche y María estaban a su lado. María habló con ellos y les dijo que no podían ser malos con los demás porque se asustaban y se enfadaban. Esta vez el fantasma y el coche si la hicieron caso y decidieron ser buenos.

María les preguntó si les apetecía irse a la playa. Los dos aceptaron encantados, así que montaron en Coche con todas sus maletas, pero cuando se iban a ir se encontraron con Chase. Estaba muy enfadado, pero le pidieron perdón por todas las veces que le habían asustado. Entonces Chase también les pidió perdón por las piedras y les preguntó si podía irse a la playa con ellos. Y los cuatro se fueron a la playa muy contentos donde jugaron, jugaron y jugaron sin asustar ni comerse a nadie.

Dramatización

Para crear la creación dramática, decidí utilizar la estrategia de la hipótesis absurda de Gianni Rodari, que consiste en pensar una situación absurda y de ahí crear una historia.

Pero finalmente decidí utilizar la estrategia de las historias en primera persona, con la idea de que en mi futura clase, cada niño deberá escoger un objeto de su casa y crear su historia. Esta estrategia divierte mucho a los niños ya que tienen una gran creatividad y de esta manera pueden ponerla en práctica, aunque con las demás estrategias también.

Cafi: cafetera

Blanca: mamá

Gael: hijo pequeño

Pablo: papá

Martina: hija mayor

- - Cafi (cafetera): Estoy deseando que se levante mi querida familia y que me pidan el desayuno que más les apetezca. Hacen que me sienta imprescindible y especial para ellos. Con ellos siento que soy uno más.

- - Blanca: ¡Buenos días Cafi!

- - Cafi: ¡Buenos días!

- - Blanca: ¿Me preparas un café como a mí me gusta?

- - Cafi: ¿Poco café con mucha leche y dos azucarillos?

- - Blanca: Así es, ¡cómo me conoces Cafi! Anda, mira quien viene, el pequeño de la familia. ¡Buenos días Gael!

- - Gael: ¡Buenos días mama!, ¡Buenos días a ti también Cafi!

- - Cafi: ¡Muy buenos días Gael! Hoy no tienes que ir al cole eh, puedes descansar. Aquí tienes tu café Blanca.

- - Blanca: ¡Muchas gracias Cafi!

- - Gael: ¡Síííííííí! Hoy voy a jugar mucho con Martina. ¡A ver si se levanta pronto!

- - Cafi: ¡Qué suerte tienes!

- - Gael: Cafi, ¿me puedes preparar un cola-cao? Ya sabes, con mucho chocolate como me gusta.

- - Cafi: Claro, ahora mismo te lo preparo.

- - Gael: ¡Muchas gracias! Papaaaaaaaaa, ¡buenos días!

- - Pablo: Así da gusto levantarse. ¡Buenos días hijo!, ¡buenos días a vosotros también!

- - Blanca: ¡Buenos días cariño!

- - Cafi: ¡Buenos días Pablo! ¿Has podido descansar? Anoche llegaste muy tarde de trabajar. Toma tu cola-cao Gael.

- - Gael: Gracias.

- - Pablo: Si, tuvimos mucho lío. Chicos, ¿os apetece que vayamos hoy al parque de atracciones?

- - Blanca y Gael: ¡Sííííííí!

- - Pablo: ¡Genial! A ver si a Martina le apetece. ¿Vamos a despertarla?

- - Gael: ¡Sí, yo voy!

- - Pablo: Vale, y cuéntale nuestros planes. Cafi, ¿me puedes hacer un café?

- - Cafi: ¡Claro Pablo!, ¿cómo siempre?

- - Pablo: Si, por favor. Mucho café y poca leche.

(...)

- - Gael: ¡Martina, despierta, que nos vamos al Parque de Atracciones!

- - Martina: ¡Buenos días Gael! Vale, pero primero tengo que pedirle a Cafi el desayuno.

- - Gael: Vale, ¿qué quieres? Yo se lo pido mientras bajas a la cocina.

- - Martina: Me apetece un té de vainilla.

- - Gael: ¡Vale!

- - Martina: ¡Muchas gracias! Ahora bajo.

(...)

- - Gael: Cafi, dice Martina que si puedes hacerla un té de vainilla.

- - Cafi: ¡Maaaaarchando! Pablo ya tienes tu desayuno.

- - Pablo: ¡Gracias!

- - Blanca: ¡Qué haríamos sin ti Cafi!

- - Cafi: ¡Qué feliz soy con vosotros!

- - Martina: ¡Buenos días a todos!, ¿Está mi té listo Cafi?

- - Cafi: ¡Aquí está!

- - Martina: ¡Gracias!, ¡Qué bien nos lo vamos a pasar hoy!

- - Pablo: ¡Sí!, vamos a prepararnos para este gran día.

(…)

- - Cafi: Y aquí acaba el desayuno de hoy. Ya estoy deseando que llegue mañana para estar con ellos otra vez. Aunque a veces me gustaría ser como ellos para estar todo el día juntos.

Creación del libro

La creación que he convertido en libro ha sido el poema del que hablé anteriormente. Este libro no me ha llevado apenas tiempo hacerlo, lo que más tiempo me ha llevado ha sido pensar cómo hacerlo. Pero una vez tuve las ideas claras, fue muy sencillo. Os lo voy a explicar en el siguiente vídeo, dónde también podréis verlo. En el vídeo no se ve el proceso, simplemente lo explico. (Después de grabar el vídeo me di cuenta de algunos fallos, pero llevo muy mal lo de los vídeos, lo hice varias veces y al final me quedé con este: mi apellido no tenía repasada la tilde con el rotulador y al estar a lápiz no se ve; digo que elegí la creación en prosa, y en realidad es en verso.)