viernes, 27 de mayo de 2016

La hora del cuento. Corrección (bibliografía)

La autora australiana de cuentos Margaret Wild consigue con ellos explorar emociones y relaciones complejas de manera sencilla pero significativa.
Descubrí uno de sus libros, “¡Beso, beso!”, durante mis primeras prácticas en una escuela infantil con niños de 2-3 años. Por eso este libro es tan importante para mí, por lo que decidí utilizarlo en la actividad que nos propuso la profesora.
Pregunté a Irune si me lo podía prestar, pero me comentó que en ese momento no lo tenía. Así que me lo compré, ya que es un libro que me gustaría que tuvieran mis futuros hijos y los hijos de mis hijos.
Una vez lo conseguí, decidí narrarlo, mientras enseñaba las imágenes para que ayudara a comprenderlo mejor. Lo conté con mis palabras pero sin cambiar algunas palabras clave como cuando dice “barro pega pegajoso” o la “hierba cosqui cosquillosa”. No estoy 100% segura si podía decir las mismas palabras en la narración aunque solamente fueran esas partes, pero aún así creo que tomé la decisión correcta con este libro.
Para la narración de este cuento decidí centrarme en niños de 2-3 y de 3-4 años, ya que pienso que es la edad perfecta para interactuar con ellos y hacerles partícipes. Pero es un cuento muy repetitivo que tal vez a lo más mayores podría llegar a aburrirles.
Ya había practicado contando este libro varias veces a mis niños de las prácticas, pero no lo había contado nunca delante de adultos, lo que me parece mucho más difícil. Así que durante estos días, se lo narré varias veces a mi madre y a mi novio. A mi novio le encanta escucharme contarle cuentos, así que me escuchó atentamente y no me puso ninguna pega. Pero mi madre, siendo más objetiva, me recomendó que no tuviera vergüenza, ya que lo íbamos a hacer toda la clase y todas las críticas que me pudieran hacer serían por mi bien, para mejorar.
Narrárselo al primer grupo fue lo que más me costó porque eran las primeras, pero una vez que comencé me fui lanzando. Sujeté el libro de manera que ellas lo veían, pero yo no. Y a pesar de habérmelo preparado, a veces se me olvidaba el orden en el que iban sucediendo las cosas, por lo que tenía que mirarlo y me desconcentraba. Así que mis compañeras me recomendaron que lo colocara de manera que los niños pudieran verlo bien, pero yo también por si se me olvidaba algo.
Contárselo al segundo grupo fue más fácil porque estaba menos nerviosa. Me dijeron que lo había hecho muy bien y no me dijeron nada que mejorar. Una de las compañeras de este segundo grupo se fijo en que cambiaba el verbo “oír” por el verbo “ver” y les expliqué que al estar enseñando las imágenes, me parecía más adecuado. A todos les encantó el libro y mi entonación y la forma de contarlo.
Ya se acabó la hora de clase y solo había podido contárselo a dos grupos, por lo que decidí contárselo a un par de amigas. También les gustó mucho el cuento y como lo narré y les sorprendió lo bien que lo había contado con lo vergonzosa que soy yo. Pero es un cuento que me gusta tanto y disfruto tanto contándolo y enseñándoselo a la gente para que lo conozca que decidí dejar la vergüenza a un lado.
Esta actividad me ha gustado mucho porque he podido descubrir distintos libros que no conocía y recordar cuentos folclóricos que ya no recordaba. También me ha permitido pasar un rato con compañeras con las que no suelo estar incluso con alguna que no había hablado nunca y he podido soltarme y dejar mi vergüenza a un lado.
En mi opinión lo narré con una buena entonación, cambiando los gestos de la cara para intrigar y llamar la atención del oyente, ya que las manos las tenía ocupadas sujetando el libro. A pesar de tener esa pequeña duda sobre si podía decir las mismas palabras en algunos casos o no, creo que hice una buena narración de “¡Beso, beso!” y conseguí transmitir mi ilusión por este libro. Aunque tal vez, debería haber pensado alguna manera de introducirlo, porque simplemente decía "Os voy a contar el cuento ¡Beso, beso!". Podría haber preguntado de qué creéis que trata o seguir alguna estrategia de introducción igual que hice al terminar de narrarlo.. Por todo lo demás, estoy muy contenta con la actividad que realicé y me sorprendí a mí misma. Aunque con los niños hubiera sido más fácil para mi y más entretenido ya que hubieran interaccionado de manera más natural.
Espero que las que me escucharais disfrutarais de esta gran historia y a las que pudisteis os recomiendo que lo leáis alguna vez :)

Bibliografía


-         Apuntes de Literatura Infantil de Irune Labajo González (2015/2016)
-   Llorens, M (2013). La mejor forma de contar cuentos a los niños. Recuperado de http://laspequecosas.com/la-mejor-forma-de-contar-cuentos-a-los-ninos/
-      Flores, Y (2008). Estrategias y dinámicas para contar cuentos a niños en edad preescolar. Recuperado de http://www.filos.unam.mx/LICENCIATURA/bibliotecologia/textos-apoyo-docencia/flores-andrade-yolanda.pdf
-  Galdames, A. Características evolutivas del niño de 3 a 4 años. Recuperado de http://www.educacioninicial.com/ei/contenidos/00/2300/2306.ASP
-    Bermejo, I. Lapicero mágico. Recuperado de http://lapiceromagico.blogspot.com.es/

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