La
autora australiana de cuentos Margaret Wild consigue con ellos explorar
emociones y relaciones complejas de manera sencilla pero significativa.
Descubrí
uno de sus libros, “¡Beso,
beso!”, durante mis primeras
prácticas en una escuela infantil con niños de 2-3 años. Por eso este libro es
tan importante para mí, por lo que decidí utilizarlo en la actividad que nos
propuso la profesora.
Pregunté
a Irune si me lo podía prestar, pero me comentó que en ese momento no lo tenía.
Así que me lo compré, ya que es un libro que me gustaría que tuvieran mis
futuros hijos y los hijos de mis hijos.
Una
vez lo conseguí, decidí narrarlo, mientras enseñaba las imágenes para que
ayudara a comprenderlo mejor. Lo conté con mis palabras pero sin cambiar
algunas palabras clave como cuando dice “barro pega pegajoso” o la “hierba
cosqui cosquillosa”. No estoy 100% segura si podía decir las mismas palabras en
la narración aunque solamente fueran esas partes, pero aún así creo que tomé la
decisión correcta con este libro.
Para
la narración de este cuento decidí centrarme en niños de 2-3 y de 3-4 años, ya
que pienso que es la edad perfecta para interactuar con ellos y hacerles
partícipes. Pero es un cuento muy repetitivo que tal vez a lo más mayores
podría llegar a aburrirles.
Ya
había practicado contando este libro varias veces a mis niños de las prácticas,
pero no lo había contado nunca delante de adultos, lo que me parece mucho más
difícil. Así que durante estos días, se lo narré varias veces a mi madre y a mi
novio. A mi novio le encanta escucharme contarle cuentos, así que me escuchó
atentamente y no me puso ninguna pega. Pero mi madre, siendo más objetiva, me
recomendó que no tuviera vergüenza, ya que lo íbamos a hacer toda la clase y
todas las críticas que me pudieran hacer serían por mi bien, para mejorar.
Narrárselo
al primer grupo fue lo que más me costó porque eran las primeras, pero una vez
que comencé me fui lanzando. Sujeté el libro de manera que ellas lo veían, pero
yo no. Y a pesar de habérmelo preparado, a veces se me olvidaba el orden en el
que iban sucediendo las cosas, por lo que tenía que mirarlo y me
desconcentraba. Así que mis compañeras me recomendaron que lo colocara de
manera que los niños pudieran verlo bien, pero yo también por si se me olvidaba
algo.
Contárselo
al segundo grupo fue más fácil porque estaba menos nerviosa. Me dijeron que lo
había hecho muy bien y no me dijeron nada que mejorar. Una de las compañeras de
este segundo grupo se fijo en que cambiaba el verbo “oír” por el verbo “ver” y
les expliqué que al estar enseñando las imágenes, me parecía más adecuado. A
todos les encantó el libro y mi entonación y la forma de contarlo.
Ya
se acabó la hora de clase y solo había podido contárselo a dos grupos, por lo
que decidí contárselo a un par de amigas. También les gustó mucho el cuento y
como lo narré y les sorprendió lo bien que lo había contado con lo vergonzosa
que soy yo. Pero es un cuento que me gusta tanto y disfruto tanto contándolo y
enseñándoselo a la gente para que lo conozca que decidí dejar la vergüenza a un
lado.
Esta
actividad me ha gustado mucho porque he podido descubrir distintos libros que
no conocía y recordar cuentos folclóricos que ya no recordaba. También me ha
permitido pasar un rato con compañeras con las que no suelo estar incluso con
alguna que no había hablado nunca y he podido soltarme y dejar mi vergüenza a
un lado.
En
mi opinión lo narré con una buena entonación, cambiando los gestos de la cara
para intrigar y llamar la atención del oyente, ya que las manos las tenía
ocupadas sujetando el libro. A pesar de tener esa pequeña duda sobre si podía
decir las mismas palabras en algunos casos o no, creo que hice una buena
narración de “¡Beso, beso!” y conseguí transmitir mi ilusión por
este libro. Aunque tal vez, debería haber pensado alguna manera de
introducirlo, porque simplemente decía "Os
voy a contar el cuento ¡Beso, beso!". Podría haber preguntado de
qué creéis que trata o seguir alguna estrategia de introducción igual que hice
al terminar de narrarlo.. Por todo lo demás, estoy muy contenta con la
actividad que realicé y me sorprendí a mí misma. Aunque con los niños hubiera
sido más fácil para mi y más entretenido ya que hubieran interaccionado de
manera más
natural.
Espero que las que me escucharais disfrutarais de esta gran historia y a
las que pudisteis os recomiendo que lo leáis alguna vez :)
Bibliografía
- Apuntes de Literatura Infantil de Irune Labajo
González (2015/2016)
- Llorens, M (2013). La mejor forma de contar cuentos a los niños. Recuperado de http://laspequecosas.com/la-mejor-forma-de-contar-cuentos-a-los-ninos/
- Flores, Y (2008). Estrategias y dinámicas para contar cuentos a niños en edad preescolar.
Recuperado de http://www.filos.unam.mx/LICENCIATURA/bibliotecologia/textos-apoyo-docencia/flores-andrade-yolanda.pdf
- Galdames, A. Características
evolutivas del niño de 3 a 4 años. Recuperado de http://www.educacioninicial.com/ei/contenidos/00/2300/2306.ASP
- Bermejo, I. Lapicero mágico. Recuperado de http://lapiceromagico.blogspot.com.es/
- Bermejo, I. Lapicero mágico. Recuperado de http://lapiceromagico.blogspot.com.es/
Perfecto.
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